Cuando aún las noches eran todas oscuridad y las hadas buenas salían a pasear. En una de esas noches estaba la luna llorando en el cielo y una hada le preguntó, dime lunita ¿por qué lloras?
La luna entre lágrimas le dijo al hada: todas las noches que salgo al cielo me encuentro sola en el cielo durante todo mi paseo.
El hada le dijo a la luna, -no te preocupes, dame un trocito tuyo-
La luna encanta porque el hada la iba a ayudar le dío un trocito suyo y el hada dio con su varita mágica sobre el trozo de luna.
En ese momento saltaron cientos de estrellas que llenaron el cielo y alumbraron la noche.
A continuación el hada dijo a la luna: A partide de esta noche cada vez que salgas a pasear no lo harás sola las estrellas te acompañarán y alumbrarán tu camino.
Además, cada noche las estrellas velaran y alumbrarán los sueños de los niños.
La luna y las estrellas
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No se puede vivir sin luna en este mundo de oscuridad.
Cambio lunas por sonrisas…