Pepita la araña peluda

Dedicados a los que vivieron unos años en compañía de pepita.

Pepita era una vieja araña que vivía en una esquinita de la habitación, todas las moscas jovenes se reían revoloteando alrededor de su tela.

Día tras día Pepita continua tejiendo su tela, en la esquinita, muy lentamente, con mucho esmero, sin dejar un hueco entre cada una de sus hebras.

Tejía tan rápido como su patitas ya viejas le permitían, sin descanso aguantando las burlas constantes de las jovenes y alocadas moscas que cada vez más envalentonadas por su inexperiencia se acercaban a la tela de Pepita.

Hasta que un día Pepita decidió que su red estaba terminada, se dirigió al centro y allí se sento a esperar.

Pasaron los días y las moscas no descansaban se burlas, pero un día una rafaga de viento empujo a alguna de ellas hasta la tela de araña, y allí quedaron pegadas.

Algunas de sus compañeras pensando en una tela hecha por una débil y anciana mosca no podía ser un barrera para el rescate de sus amigas se tiraron sobre la red quedando allí pegadas todas ellas para siempre y Pepita comió tranquilamente por largo tiempo, tan solo tuvo que esperar a que otras mocas jovenes y insensatas quisieran burlarse de ella.

Moraleja: La experiencia que da la edad es un camino que los jovenes tienen que andar de la mano de los viejos

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